Sea of thieves, unas semanas después

Tras unas semanas dedicando algo de tiempo de vida al juego desarrollado por Rare, Sea of thieves, voy a dedicarle unas nuevas líneas.

Las redes sociales arden por culpa de detractores y defensores del Sea of thieves, aunque hay un punto en común en el que casi todo el mundo coincide (de unos y otros), y es la falta de contenido, y... Es cierto. Creo que Rare nos ha vendido un juego en fase beta, y que también es cierto que tras unas pocas horas se vuelve muy repetitivo. No voy a crucificar por ello a la desarrolladora, o al menos, no es lo que quiero, pero lo cierto es que sí me parece una gran tomadura de pelo el precio del juego (Microsoft Store 70 lereles), sobre todo si eres un vago y no buscas en otros sites, como Instan gaming, que ayer estaba a 43 euros, por un juego que en realidad, todavía está en fase beta. Desconozco el motivo de por qué han hecho algo algo así, puesto que ni creo que Microsoft necesitase dinero para poder financiar un proyecto en condiciones, ni necesitaba engañar a los jugadores; sobre todo con un proyecto que apuntaba alto y de tan alto potencial. Debería haber sido gratis, sí, sí, free to play; si lo que buscaban con este parto prematuro era recuperar la inversión, o seguir financiándose, siempre podrían haber vendido monedas, skins, cosméticos, etc. Pero hacer pagar semejante cantidad de pasta por un juego tan poco acabado, es de ser un poco cabroncetes (estoy de buen humor hoy).

Me da miedo que Sea of thieves termine siendo un juguete roto y termine en la basura, por eso los jugadores también debemos poner de nuestra parte para que eso no ocurra, llenando esos vacíos, ¿cómo? Joder, echarle imaginación, tenéis toooodo un océano para inventar vuestra propia aventura (los viejos roleros nunca mueren).

Sea of thieves, aventura en el mar

En Sea of thieves nos encontramos ante una aventura en el mar, a mi parecer, sin igual. Hoy ha sido mi primera vez en este juego desarrollado por Rare, y no sólo lo he pasado bien haciendo de brumete junto a experimentados marineros y ladrones, lo he pasado de puta madre.

Nada más empezar la partidita ya me he puesto en sus manos, dispuesto a recibir órdenes y aprender. Tras cargar nuestro galeón de balas de cañón, plátanos y tablas, nos hemos echado a la mar. Casi nada más salir hemos divisado otro galeón a lo lejos, y ahí ha empezado la aventura para este marinero de agua dulce. Yabarbanegra al timón nos indicaba cómo guiar las velas para, valga la redundancia, ir a toda vela tras el botín de otros. Una vez alcanzado el galeón nos hemos liado a cañonazos, he muerto unas tres veces, y enseguida he aprendido cómo cojones hay que disparar para hundir al barco enemigo y, con un buen trabajo en equipo hemos logrado hundir el maldito barco mientras nuestro asesino Astito mataba sin parar a su tripulación junto a otro compa que ahora no recuerdo su nombre (prometo editar en cuanto lo recuerde).

Ha sido divertido hasta cargar el botín y luego ir a entregarlo.

Tras eso, de nuevo a cargar nuestro barco con lo básico, balas, plátanos, tablas y... ¡Vuelta a la mar! Esta vez para cumplir algunas misiones, pelear contra calaveras, recoger restos de naufragios, y otro robo más, y tiburones, y vigilando otro barcos y el maldito kraken que nos ha salido desde lo más profundo del mar para terminar a cañonazos con él.

Un par de horas en las que me he divertido de la leche sin darme cuenta de lo rápido que habían pasado.

Trataré de hacer un directo en YouTube, para que veáis a este marinero de agua dulce manquear en aguas bravas.

Oceanhorn, primera impresión

El otro día descargué de la play Store el Oceanhorn porque me pareció que podría ser una especie de hermano pequeño del Zelda. Pues bien, lo es.

Justo hace unos minutos he podido jugar la parte que se ofrece gratuita; ¿qué decir sobre él? Como primera impresión me parece un juego con gráficos más que aceptables dado a la plataforma a la que va dirigido, y de jugabilidad agradable. Quizá, al menos en los primeros segundos, se eche en falta una maneta de esas que otros juegos para Android suelen colocar en la esquina izquierda; y por otra parte, enseguida se le pilla el tino para mover al personaje por la pantalla.

En la parte gratuita del juego, veremos cómo el padre de nuestro protagonista se va, dejándolo solo, para luchar contra Oceanhorn, una criatura marina. Después, tras interactuar con otro personaje que, podríamos decir, hace de guía en los primeros pasos, debes buscar el escudo y la espada del padre del protagonista, y, al mismo tiempo, te vas a adaptando a la jugabilidad de Oceanhorn.

Por ahora sólo he jugado la parte gratuita, como ya he dicho, pero sin duda pagaré por el resto. Un pago único (creo que ronda los 6€), y a disfrutar del juego. 

Haz sub en mi canal de YouTube, donde pretendo subir el resto de mi experiencia con el Oceanhorn.

Iniciando a mi hija, Chuchefresa, en el mundo del gaming

Una de las cosas que adoro al jugar, es poder hacerlo también con mi hija de ocho años, lógicamente, para iniciarla de verdad al mundo del videojuego, o gaming, tuve que elegir con qué juego iniciarla. Las opciones fáciles hubiesen sido cualquier juego de la saga Mario, entretenido, muy divertidos, pero que para el inicio, en mi opinión, son juegos demasiado egoístas porque invitan a jugar solos y, bueno, lo divertido de todo esto es pasar nuestro momento "papa-hija". ¿Qué juego puede motivarla a ser creativa y querer compartir esos momentos? Minecraft, sin lugar a dudas.

Un par de meses después de comenzar  jugar a Minecraft, Chuchefresa, así se llama mi joven promesa del gaming, descubre que en YouTube hay una infinidad de vídeos sobre el juego, con lo que después de hacer los deberes, y esperando a que su viejo, yo, Hamletdany, llegue a casa del trabajo para jugar nuestro supervivencia en Minecraft PE, pasa el rato mirando vídeos de Bboymoreno92, del que luego me cuenta todo lo que aprende con el entusiasmo que sólo un niño sabe transmitir.

Una tarde, mientras yo jugaba a Overwatch, ella estaba en YouTube pasando el rato con Bboy y me escuchó hablar con uno de mis amigos sobre que me apetecía volver a tener un canal de YouTube para grabar una pequeña serie sobre Torbjorn. Yo no me di cuenta de que ella prestaba atención a mi conversación, pero en cuanto terminé mi partida, me dijo: Papá, ¿si haces un canal de YouTube nos verán otros nenes como a Bboy?

El canal en sí, que ya estaba creado, iba a ir orientado nada más que a Overwatch, como al principio este espacio sólo iba a ir a Imperia online pero te lías, te lías... Y lo cierto es que me llamó muy mucho la atención cuando dijo "nos verán".

¡Eh, eh, eh! No os ofendáis, padres y madres que por alguna casualidad mundana estéis leyendo esto, como es lógico, le dije que nadie nos vería en YouTube, y mucho menos a ella, así, tal cuál, porque es pequeña, Internet es peligroso para los niños sin tener un control y bla, bla, bla.

Tras darle el peñazo, ella me enseña un vídeo de su adorado Bboymoreno92 y me dice: ¿Papá, tú crees que Bboy es así?

¡Al día siguiente me había preparado un parkour improvisado en Minecraft!

Tocado y hundido, no tuve más remedio que jugarlo y subirlo a YouTube. Pincha aquí para ir al canal y ver crecer a Chuchefresa en el mundo del gaming, suscribiros y dejad en comentarios vuestro canal de YouTube para que podamos echarle un vistazo XD.

https://youtu.be/WB_IE4qYY5k

Overwatch, el vicio de mis inicios (o mejor dicho, la vuelta)

Blizzard lo tenía casi todo, excepto un shooter en condiciones, hasta que llegó Overwatch de la mano de Mr. Jeff.

Tras pasarme unos años retirado del mundo del videojuego en pc o consola, por motivos que no vienen a cuento pero ajenos a mi vicio, por fin pude armar de nuevo un pc con mis manazas y tirarme de cabeza. Por aquéllas fechas tuve un inquilino okupa en mi casa, que es casi como un hermano para mí, y vino desde Ciudad Real cargado con su pc y sed, mucha sed, total, que antes de poder enseñarle mi modesta máquina, me tocó ir a por cerveza de nuevo y como parada obligatoria estaba el bar. Y allí fue donde me dijo: Tío, tienes que pillarte el overwatch.

Llegó un viernes al medio día, entre los viajes al súper a por cerveza y la parada en el bar (obligatoria, no por placer) debieron darnos las cinco de la tarde hasta llegar a casa. Lo primero que hice fue meterle a su pc un cable directo al router y luego me puse yo a buscar la clave más barata para instalar el susodicho juego y 29 euros más tarde y unos minutos después, empecé con un tal Soldado 76. El domingo a media noche, apagué el pc.

¿Qué me encontré en overwatch para semejante vicio?

Un shooter, uno genial. Uno de esos juegos en los que vives la historia paralela a los personajes porque cada uno te invita a conocerlo mejor según su rol. Un sitio en el que la cooperación, incluso entre desconocidos, es vital para ganar la partida. Incluso cuando me pongo en plan Trollbjorn, es necesario que te acompañe el equipo, aunque sea reportando...

¿Jugáis a Overwatch? Me gustaría saber porqué os gusta o no os gusta, ¡comenta!